Tradicionalmente la cirugía plástica de los genitales venía a resolver, tanto en el hombre como en la mujer, problemas reales como la incontinencia urinaria, el prolapso vaginal, la pérdida del tono muscular en multíparas, fimosis, malformaciones congénitas del pene, etc. En la actualidad, sin embargo, ha surgido el concepto de estética genital, en el que se engloban una serie de intervenciones quirúrgicas que no corrigen problemas funcionales, sino que se relacionan directamente con el placer sexual o aspectos meramente estéticos.